miércoles, 4 de febrero de 2009

La despedida

Hoy lo deje, hasta parece que un poco lo convenci que lo mejor, lo social, lo moral, lo correcto era que cada uno hiciera su vida, tratandonos de despegarnos...yo siento que no es el hombre para mi (el hombrecito jaja) senti lo mismo que me paso con Pedro, el ultimo dia que estuvimos juntos por ultima vez, el dia que dejamos de vernos y agarrada de su hombro llore por una relacion que me hacia bien pero que no tenia el tin-ton de las grandes historias....llore por esa relacion que me hizo bien pero que en el fondo sabia yo que no iba a pasar a trascender en un gran amor. Habia amor pero no ese que quiero para mi, el que se entrega por completo, el que marca la diferencia en la vida cotidiana....
Siento que aun espero el hombre que se pare al lado mio (ni atras ni al frente diria Ema) que quede pegado al lado mio y que su mano agarre la mia y que yo sienta que dejo de pensar en mi y que ahora pienso en DOS (en uno mas uno) y que mi hombre solo piensa en mi, una especie de fusion amorosa, corporal y mental: cada uno con su propia vida claro pero viviendola de a dos. Una busqueda inconsiente-conciente: una vez cuando era mas joven senti que habia encontrado esa persona para mi cuando estaba Ferru en mi vida pero era tan pendeja que en ese momento no adverti que ademas de la conexion sexual estaba tambien esa conexion personal, que ademas de haber amor habia amistad pero yo vivia en Cba y el en Sierra y ninguno de los iba a dejar su ciudad. Hoy ya no me veo cercana a el, paso mucho tiempo pero reconozco que en esa epoca nos conociamos tan bien que no eramos personas tratando de gustar al otro sino dos que se conocian y se aceptaban....ojala el piense de la misma manera que yo al acordarse de nuestro viejo amor (casualidad que estemos sin hijos los dos?) despues de eso llego el Pelado con ese amor desenfrenado y unilateral que me hizo vivir un amor tan diferente a todo lo que pase con nadie, ninguno como el, aunque el amor que senti fue directamente proporcional con lo que me hizo sufrir y aunque ese sufrimiento me hizo fuerte aun le tengo miedo a tenerlo frente a mi de nuevo.
Y ahora la despedida de Nahuel, con palabras dulces y tratando de hacer lo correcto, dudando los dos de esta separacion pero sin que ninguno dijera te quiero junto a mi.
Hay encuentros y despedidas que aparecen solas y se transforman en recuerdos.